domingo, 18 de noviembre de 2012

En búsqueda de...


El cielo estaba dominado por el calor que emanaba el sol azteca y los nómadas seguían en búsqueda del símbolo que les diría dónde crear su ciudad. De esa manera, hacia el año 1325 d.C. se creó la gran Tenochtitlán, reino de gran poderío que sólo pudo ser exterminado por los conquistadores de occidente que estaban cobijados por la corona española. Pueblos donde todos podían compartir sus puntos de vista, información que para ellos resultase relevante y se vivía cierto bienestar fueron destrozados por la ambición y la soberbia española en el año de 1521. Sin embargo, ¿qué fue lo que aconteció en los años posteriores? Hay poca información sobre el período conocido como “la colonia”, pero se sabe que hubo una gran opresión hacia los sobrevivientes del extinto imperio azteca. La ignorancia creció por tres largos siglos, hasta que en el año de 1810, se organizó un gran movimiento que les otorgó cierto aire de libertad a todos aquellos que estaban completamente olvidados por la élite dominante. No obstante, 100 años después, pasó un nuevo suceso que volvió a cambiar el estilo de vida de los mexicanos: la revolución mexicana. Al inicio del siglo XX eran muy pocos aquellos que podían leer los diarios que circulaban en nuestro país, por eso, es que las élites seguían estableciendo qué era lo que les debía importar a las demás personas, pero incluso algunos integrantes del cuarto poder, los hermanos Flores Magón, estaban inconformes con el régimen de Porfirio Díaz así que a partir de ellos fue que se comenzó a encender esa llama que permanecía apagada por la desinformación social y dio origen a que el 20 de noviembre de 1910 estallara el movimiento revolucionario. ¿Qué favoreció el movimiento? En que el modo de producción y la sociedad cambiaran; así como que comenzara a originarse un mayor flujo y discusión de información y que esto mismo originara que la opinión pública, presente en el mundo desde el siglo V a.C., se diera con mayor libertad en nuestro país. En los años posteriores a la revolución mexicana, la sociedad mexicana comenzó a ser más letrada y a gozar de ciertos lujos característicos de la época.
Llegó la radio, el cine y la televisión a nuestro país… sin embargo, ¿qué pasó con la opinión pública? Por definición se tiene que es la opinión de un colectivo que tenga la capacidad de manifestarse acerca de un objeto de origen público o privado. En el siglo XX vimos varias manifestaciones de la opinión pública como el movimiento de los doctores, el ferrocarrilero o el famosísimo, por no decir explotado, estudiantil de 1968 y 1971. Sin embargo, con la llegada de la televisión en 1945, fuimos testigos de cómo es que las élites manejan la opinión pública a su conveniencia. Si bien tenemos que la principal forma de manifestación de la opinión pública la vemos dentro de, valga la redundancia, la esfera pública; pues tenemos que en muchas ocasiones los temas de los que se habla pueden originarse dentro de la sociedad o llegan a ser implantados por la élite. Inclusive, son ellos mismos quienes nos presentan a quienes deberemos de creerles, tanto en información como en opinión. Jacobo Zabludovsky, Joaquín López Dóriga, Ciro Gómez Leyva, Andrés Bustamante, Adela Micha y Jorge Zarza son algunos de los nombres que ellos nos presentan como “líderes de opinión”, y que por ello debemos confiar en lo que nos dicen. No obstante, en algunos medios que son más apegados a la ciudadanía aún se llegan a escuchar voces, Carmen Aristegui, y a través de la palabra impresa se hacen notar muchos otros. Es esa eterna lucha entre los buenos contra los malos. ¿Cuál es el premio al vencedor? Ese numero llamado rating que es por lo que muchos medios alternos llegan a desaparecer. Sin duda alguna, la televisión ha sido un medio que ha dado muchos dolores de cabeza a los intelectuales y filósofos de la comunicación. ¿Por qué? Porque gracias a ella es que ha dado un auge en la deformación de la opinión pública por la simple razón de que convive demasiado con la esfera política, razón por la cual ha recibido el nombre de “el cuarto poder”. Para ello abarcaremos un sexenio bastante controvertido: el gobierno del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
            Arribando a la presidencia de México tras una elección bastante controvertida en el año de 1988, Carlos Salinas de Gortari se vistió la banda presidencial del Estado mexicano por seis largos años en los que pasó prácticamente de todo. Primero con sus encuestas compradas (sí, hablamos de 1988 y no las de 2012 del señor Enrique Peña Nieto) y su gran dominio de los medios de comunicación. Periódicos, estaciones de radio y televisión eran los clientes favoritos del que años después sería bautizado como “El innombrable”. Las encuestas, ese material que en teoría ayudaría mucho para saber las necesidades y opiniones de las personas, fueron manejadas a conveniencia del partido oficial, favoreciendo a que creciera la impunidad de la clase política y empresarial, misma que se vio reflejada en muchas cosas más del sexenio, e inclusive posteriores al gobierno salinista, como la “leyenda” del monstruo que dio mucho revuelo en nuestro país: el chupacabras. Esa criatura presuntamente creada por la esfera política y los dueños de los medios de comunicación cubrió grandes espacios dentro de la agenda setting, dejando a un lado temas que también importaban a la sociedad y destacando la saliencia de este hecho tan extraño que muchos aseveran que fue simplemente un rumor para desviar la atención de los mexicanos entorno al efecto tequila que seguía teniendo consecuencias en la vida cotidiana del pueblo. A través del rumor del chupacabras, se pudo controlar la atención del público, el tema del día era ese, la misteriosa desaparición del ganado en Yucatán y Quintana Roo. Abundaban titulares en la prensa que se referían a esa criatura. El efecto priming se manifestaba en el escepticismo, el pánico o las dudas de la gente. Posteriormente, se quedó en el olvido el tema y muchos comenzaron a relacionar al chupacabras con Carlos Salinas de Gortari, por lo que se fomentaron aún más los estereotipos y los prejuicios hacia los políticos priistas: ladrón, mentiroso, egoísta, soberbio y, por si fuera poco, amigo de narcotraficantes.
            Los valores de la sociedad mexicana tuvieron que cambiar ante, diría McLuhan, el masaje que nos han dado los medios de comunicación. Esa unidad familiar y esa amabilidad que tanto caracterizaba al mexicano se han ido deteriorando en las últimas décadas. Quizá fue error nuestro el dejar que la televisión marcara tanto nuestros comportamientos, gustos y demás, pero no es momento de lamentarse, sino de buscar una solución. Si se usara alguna escala como la Likert o el diferencial semántico se llegarían a las mismas resoluciones: se han deteriorado los valores; pero también se revelaría que el mexicano, por naturaleza, sigue conservando muchas características de aquellas personas que hacían sus trueques entre las calles de la gran Tenochtitlán. Esa identificación con las raíces, con esa cultura que vio nacer a nuestros antepasados y sobre sus cadáveres fue construida la nación que tenemos hoy. Si aquellos guerreros jaguar y águila nos vieran, seguramente dirían que no cediéramos ningún paso y que lucháramos por mejorar esta sociedad que tanto nos necesita. No es necesario que nos encierren en una habitación y nos grabaran con una cámara de vídeo como en un Focus group para saber qué es lo que nos preocupa más al mexicano: nuestra tierra, nuestra familia y el bienestar de los nuestros.
            Diría el maestro Manuel Buendía “No hay sociedad sin comunicación. No hay comunicación sin información” y eso es cierto. Lo único que necesitamos es alzar la voz; discutir los temas del momento para saber qué es sucede y lo que afecta a nuestra esfera particular. La opinión pública nos sirve para ello, para llegar a esa comunicación de la que tanto nos habló Habermas para solucionar los malestares de nuestra sociedad. Debemos ser una gran sociedad civil, en la cual nos ayudemos mutuamente sin la necesidad de estar aliados con el Estado mexicano. Sobrevivir con nuestro ingenio y ese espíritu tan fuerte que tenemos los descendientes de los aztecas y los españoles. Llegar a vivir en la “Utopía” de Tomás Moro con el fin de satisfacer esas necesidades que tenemos absolutamente todos y ya no haya esa gran diferencia entre lo privado y lo público, esfera política-empresarial y la social, para que al fin como en la antigüedad todos podamos vivir de una manera más armónica y donde todos salgamos beneficiados a partir de lo que necesitemos la mayoría siempre y cuando esas necesidades se argumenten con lo que requiramos en realidad, tal y como se señala en esa democracia deliberativa que esperamos algún día alcanzar.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Espionaje 2012, el presente al descubierto


Por: Néstor Ramírez

La guerra fría se caracterizó por ser un conflicto que, metafóricamente, separó en dos partes al mundo. Sin embargo, una característica principal de este período fue el uso del espionaje como principal arma. Por ello, durante el siglo XX, fue cuando las agencias de investigación como la  CIA y la KGB adquirieron una gran importancia dentro del bloque capitalista y comunista respectivamente. Por estas razones, por lo general, se considera que el espionaje es cosa del pasado; no obstante, como el periodista Manuel Buendía señaló en su libro “La CIA en México”, este (entiéndase el espionaje) ha sido un oficio que se comenzó a desarrollar desde los tiempos bíblicos. En esencia, este trabajo se complicó más porque los medios de comunicación se han vuelto más complejos en su estructura y estudio. No obstante, con la ayuda de ciertas empresas, el acceso a la información de determinadas personas se vuelve mucho más sencillo.
Quizá se podría pensar que el espionaje sólo ocurre en países como Estados Unidos o pertenecientes a la Unión Europea (UE), pero en México también se realiza. El pasado 16 de julio en diversos medios de comunicación, tales como los sitios de internet Aristegui Noticias y Sin Embargo o el periódico El Universal, se reveló que la Secretaria de Defensa Nacional (Sedena) gastó aproximadamente 5 mil millones de pesos en equipos de espionaje a través de diversos contratos a empresas “fantasmas” con el fin de que no se descubriera los negocios que estaba haciendo la Sedena desde el año 2011.
Aunque se pensaba que los servicios de investigación eran exclusivos para aquellos que podían pagarlos (caso de los detectives privados), con esa información se rompió con el pensamiento de que era para uso exclusivo de algunos cuantos. El espionaje por parte del gobierno mexicano, al menos como se puede ver en este caso que ha sucedido recientemente, surgió a costa de la guerra que se emprende en contra del narcotráfico, o al menos eso es lo que ha asegurado el gobierno. No obstante, como el portal Sin Embargo señaló en aquél suceso de la compra de los dispositivos de espionaje, el uso que se le dio fue para espionaje político (aunque se desconoce en beneficio de quién fue).  Además, cabe destacar que entre las funciones de estos equipos destacan la intervención de conversaciones en teléfonos móviles, acceso a mensajes de texto (SMS), funciones de control remoto de bocinas y cámaras fotográficas, así como el tener acceso a los mensajes de correo, contactos y fotografías de los usuarios o dueños de los dispositivos que se estén investigando.
Si el gobierno mexicano pudo comprar todos estos dispositivos de investigación, es lógico que los líderes de los cárteles de la droga compren esos productos, con el fin de investigar a terceros para hacer más sencillo su secuestro u obtener lo que deseen de esa persona, cosa que constantemente se ve en los estados del norte de México, donde se llegan a investigar a familias con el fin de poder obtener más recursos para sus necesidades.
La edad de los medios digitales ha fomentado que el ser humano se desinhiba a través de diferentes portales, foros, chats y redes sociales. Aunque una persona no sea un espía o haya estudiado algo acorde a ello puede descubrir cómo es que una persona es a partir de sus comentarios, gustos, fotografías, etc. Sin embargo, el caso empeora cuando se investiga a la persona con un fin en especial; por ejemplo, se presume que en algunas empresas de EUA, a quien busca integrarse al campo laboral se le investiga a través de Facebook para saber a qué tipo de persona se está contratando. Pero la cosa no termina ahí, puesto que a los piratas informáticos les es fácil encontrar cualquier información que se haya subido a la red aún sin el permiso de quien haya compartido el contenido. Es por eso que aunque se busque tener la mayor precaución en el uso de estos instrumentos siempre se dejará algo que pudiese perjudicar a uno. La pregunta central sería el cómo, y la respuesta es que en la denominada “aldea global” todos los datos son de todos y que la información queda almacenada en los ordenadores de las páginas aunque los usuarios la borren en su ordenador o de sus cuentas. Si bien Facebook se vio en la necesidad de abrir una sede en México para dar soporte y asesoría a  empresas y agencias de publicidad de Latinoamérica, también nuestro país es de los que tienen mayor cantidad de usuarios activos en dicha red social.
En 2008, el periódico inglés The Guardian publicó una investigación a cargo del periodista Tom Hodgkinson en la que señalaba cómo es que la información que se sube a Facebook puede ser usada por los empresarios de la página para sacar un beneficio de ella. Sin embargo, eso no fue lo único que se reveló, sino que también brillaron algunos nombres como el del filósofo futurista Peter Thiel y los de Jim Breyer y Gilman Louie, estos últimos teniendo cierta relación con la entidad de riesgo In-Q-Tel que a su vez forma parte de una agencia de suma importancia desde el siglo pasado para el gobierno norteamericano, según se afirma en el reportaje de Hodgkinson. La diferencia entre el hacer o no hacer; el ser y no ser se encuentra en leer el contrato de privacidad, lugar donde se especifican todas esas cosas como el uso de la información, copias de seguridad y que cualquier proceso judicial será en Estados Unidos.
Las redes sociales son los objetivos de los gobiernos para obtener información. Y eso se pudo ver tras el señalamiento del portal Conexióntotal.mx en el cual se afirmaba que gobiernos como los de México, Estados Unidos, España y Grecia habían solicitado información de ciertos usuarios a la red social de Twitter. Inclusive se pudo ver cómo es que las redes sociales sirven para llegar a dar con determinadas personas (véase el caso del twittero que fue encarcelado por escribir que había una balacera en Veracruz).
En la actualidad el espionaje no es en contra de una nación, sino en contra de una persona que no comparta las mismas ideas que nosotros y aumentar las ganancias de algunos. El medio, cualquiera pues en este siglo todos nuestros aparatos son eléctricos y nos conectan a un nuevo mundo eléctrico/digital que metafóricamente  nos deja desnudos ante el mundo real.

Fuentes:
http://www.guardian.co.uk/technology/2008/jan/14/facebook

martes, 6 de noviembre de 2012

Los medios de comunicación tradicionales en el mundo digital

Por Néstor Ramírez


El siglo XX trajo consigo una gran cantidad de inventos y descubrimientos; quizá el más importante de ellos fue la creación del internet ya que permitió, después de varios años, que personas de distintas partes del mundo se pudieran interrelacionar a partir de diversas páginas entre las que se destacan aquellas denominadas “redes sociales”, que inclusive han servido para comunicar al mundo las problemáticas que se han originado en varios países, por ejemplo, el reciente caso de Egipto en el que el pueblo se reveló en contra del gobierno de Mubarak.
La internet, es un arma muy poderosa ya que como toda persona tiene acceso a ella, se puede filtrar información que sea errónea, o bien, que carezca de fuentes. Sin embargo, no hay que generalizar, pues también, como en la vida real, hay muchos lugares que son de confianza y que nos pueden otorgar un conocimiento más amplio sobre diversos temas y que sirve de apoyo y complemento para el trabajo de los periodistas, tal es el ejemplo de Wikileaks, que ha hecho inclusive un convenio con La Jornada, donde la página ya antes mencionada le ha otorgado al periódico mexicano ciertos cables confidenciales que tienen como tema a México, que como hemos visto a lo largo de estos meses, han sido las opiniones y estrategias de diversos países - principalmente los Estados Unidos – relacionados con nuestra nación.
En esta era con grandes avances tecnológicos, internet es un medio importante pues nos permite enterarnos de las cosas en el momento en que suceden; ya no es tan necesario esperarse al día siguiente a comprar el periódico o ver el noticiero de la noche para conocer la situación mundial, pues a partir de páginas como Twitter o Facebook las noticias son inmediatas.
Debemos aceptar que todas estas innovaciones han revolucionado a las empresas de comunicación, haciendo que hoy los demás medios tengan que buscar alternativas o bien cambiar sus estrategias de marketing para atraer a una gran cantidad del público como lo hacían en años anteriores ya que hoy en día, la mayoría de las familias a lo largo de todo el mundo tiene acceso a esta gran red de interconexiones. Algunas empresas de telecomunicación sí han sacado provecho de todo esto, pues por ejemplo, la radio (para ser más específicos Grupo Radio Centro) ya aumentó su alcance, pues a partir del uso del internet llegó a distintos lugares donde anteriormente no llegaba su transmisión; con esto, su raiting ha aumentado, eso lo han indicado los distintos locutores de sus estaciones. También, la televisión se ha colgado del uso de la tecnología, pues pone sus programas, promociones, e inclusive, en algunos casos, permiten que los televidentes propongan diversas temáticas o decidan el rumbo de sus series favoritas. A su vez, los periódicos también abrieron la posibilidad de consultar sus ediciones de los días, meses e inclusive años anteriores.
Sin embargo, aunque todo lo antes mencionado pueden parecer ventajas de este invento, y quizá una completa maravilla, hay que ver y aceptar que también tiene sus deficiencias, o en otras palabras, la otra cara de la moneda. Quizá el problema más importante en lo correspondiente a la contemplación de datos es que cualquier persona puede subir información a distintas páginas sin tener realmente los fundamentos teóricos para sustentar aquello que escribió. Esto sin duda alguna es un gran conflicto, pues hay ocasiones que los datos correspondientes a fechas o estadísticas están erróneos y repercuten bastante en quien consulta eso. También, cabe destacar, que el estar frente a un monitor repercute mucho en la salud, pues te lastima demasiado la vista, te hace de una mala postura, estrés, etc.
De la misma manera, aparte de los virus digitales, hay que recalcar que hay personas que abusan de este nuevo medio y los aprovechan para cometer sus fechorías, dígase extorsiones, secuestros, promover la pornografía, etc. Además, el uso del internet no ha sido completamente el mejor; ya que muchos niños, adolescentes, jóvenes e inclusive adulto en lugar de usar la tecnología para enriquecerse y volverse más culto, o al menos estar más informado acerca de diversos temas, estas personas se van más por la ociosidad; esto es, los juegos en línea, el mal uso de las “redes sociales”, ver videos sobre desgracias a otras personas, etc. Nos debería preocupar esto, pues parece que la gente está “narcotizada”, ya no le interesa conocer su realidad y simplemente se conforma con lo que digan las demás personas, ya no hay una participación social como tal, solamente cuando es a conveniencia de ellos, o bien cuando se le ataca a alguno de sus ídolos, tal es el ejemplo de la marcha que se hizo en favor a la liberación a Kalimba o cuando se buscaba el regreso de Carmen Aristegui a MVS Radio.
Aquí el asunto es ponerse a pensar: ¿Cómo solucionar este gran conflicto social?, ¿Qué podemos hacer como sociedad para salir adelante de esta ociosidad? Primero que nada es exigir nuestro derecho a la información, pedir que se abran mayores alternativas en los medios, por ejemplo, en las televisoras pues prácticamente solo hay de dos sopas: Televisa o Tv. Azteca. Necesitamos tener más alternativas para poder ampliar nuestros horizontes, conocer diversas opiniones y en segundo plano, también abrir más empleos y que ya no se centralicen en alguno de los dos. Sin embargo, esto sería algo muy complicado, pues, como lo vemos con la pelea que actualmente tiene el duopolio contra el monopolio Telmex-Telcel,  será algo muy complicado que se habrá una nueva televisora en nuestros días.
Ante esto, quizá lo que podemos hacer es generar y difundir una cultura comunicativa, enseñar a los hijos desde que son chicos a observar, comentar, discriminar y analizar toda información a partir de debates familiares, intercambio de ideas en la escuela y la demostración de valores entre la sociedad. Quizá esto suene algo inútil o tedioso; sin embargo, como está la situación nacional, es lo primero que debemos hacer pues la educación es la base de todo país.
Los medios de comunicación tienen que adaptarse al mundo digital, pues su futuro está en él, seguir buscando alternativas en su forma tradicional de difusión de la información y buscar algo novedoso por hacer en el internet. Por el momento van por buen camino; sin embargo, aún les falta demasiado para ser todavía más competentes en el mercado internacional y es a partir de la red como podrán llegar a serlo, deben dejar de pensar en sus intereses y pensar más en lo que su audiencia en realidad quiere, pues de no ser así, ellos buscarán los medios digitales para satisfacer sus necesidades de entretenimiento, acceso a la información y la supervisión de su entorno.



Ponencia presentada en la mesa "Comunicación en línea. Contraparte o complemento de la diversidad y calidad de los medios convencionales" del Encuentro Nacional por la Diversidad y la Calidad en los Medios de Comunicación realizado por la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (AMEDI) el 5 de abril de 2011.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Granados Chapa, voluntad verdad y razón


Por Néstor Ramírez
Desde el primer semestre, los estudiantes que actualmente cursamos el quinto semestre de la carrera en Comunicación y Periodismo, nos han dicho nuestros profesores  constantemente que el periodista debe ser lo más imparcial, decir la verdad, no dejarnos intimidar y muchas otras características más. Sin embargo, en la práctica  y en el mundo laboral vemos frecuentemente casos en los cuales se transgrede la denominada ética periodística, la cual señala, entre tantas cosas, que el periodista no escribe para sí mismo, sino para su público.
El siglo XX se caracterizó por ser un tiempo en el cual los medios de comunicación apoyaban al gobierno y, por ende, no se atrevían a cuestionar sus acciones. Fue así como el Estado ofrecía las concesiones, la publicidad, el papel, e inclusive otorgaba a los periodistas el denominado "chayote". Por otro lado, el grito de "prensa vendida" se escuchaba entre las calles y paredes por las que la gente marchaba, mas no todos los periodistas eran así. El ejemplo más claro de esa rectitud y veracidad que tanto exigía y necesitaba la sociedad mexicana era Don Miguel A. Granados Chapa.
Lo que aconteció en el siglo pasado no es exclusivo, hoy en pleno siglo  XXI aún existen periodistas y medios de comunicación que continúan manteniendo y/o creando nuevos lazos con políticos, como hablar en favor de ellos, de exaltar ciertas acciones que realizan en los estados de la República Mexicana; pero otros también ocultar la realidad que padecen lugares del norte, sur y occidente del país. Aún, los medios y periodistas reciban ciertas "recompensas" como dinero, mujeres, viajes, automóviles último modelo, etc. Sin embargo, Granados Chapa en ningún momento de su vida, fuese el siglo XX o XXI, habló en favor de un político ni ocultó las fechorías de la gente en el poder. Ejemplo de ello se dio en una de las acusaciones más conocidas realizada contra el ex presidente de México, José López Portillo, cuando Granados Chapa a través de su columna Plaza Pública que se publicaba en el periódico Unomasuno, señaló que López Portillo había recibido un rancho en Tenancingo, Estado de México, por parte de unos políticos, entre los que se comentaba que figuraba “El profesor” Hank González. En el remate de esa columna, Miguel Ángel escribió que el presidente, por los valores que tenía, no iba a aceptar tal regalo. Sus compañeros pensaban que el gobierno iba a tomar represalias contra él o contra el periódico, puesto que en aquellos días la figura del presidente tenía mucho poder y era intocable; no obstante, al día siguiente, comenta en un documental Humberto Mussacchio, el periódico recibió una carta por parte del mismo presidente en la cual López Portillo le contestaba a Granados Chapa que sí iba a aceptar esos terrenos puesto que un ex presidente en México no era nadie y lo único que él quería era pasar bien sus últimos días en ese lugar.
Además, el caso más conflictivo sucedió el 23 de enero de 2011 cuando a través de Plaza Pública, Granados Chapa reveló información acerca de una reunión secreta que habían tenido los dueños del denominado “duopolio televisivo” en donde se habló sobre la unión Iusacell-Televisa. Como eso dañaba directamente los intereses y planes que tenían las televisoras, sin mencionar que eso hubiera desatado un gran problema para los dueños de los consorcios en Wall Street, ese mismo día Azcárraga y Salinas enviaron cartas al periódico Reforma en donde manifestaron que dicha información era falsa y exigían que el periodista se disculpara. Al día siguiente, don Miguel Ángel escribió que el error fue haber publicado una exclusiva que le había llegado y que no había indagado la información que su fuente confidencial y de confianza le había otorgado. Sin embargo,  el 7 de abril de 2011, se reveló que sí iba a haber unión y, a través de un Tweet de la cuenta @RicardoBSalinas, se escribió la falacia que Granados Chapa había sido el ideólogo y padrino de la alianza a través de la columna del 23 de agosto.
La ética en Granados Chapa es una de las tantas cosas que el maestro del periodismo ha dejado como herencia a las nuevas generaciones de periodistas. Ya fuese como subdirector o desde su Plaza Pública, Granados Chapa nos demostraba esa rectitud, inteligencia, veracidad y amabilidad que tanto lo definían  como periodista, así como ser humano.
Miguel Ángel Ramírez, periodista de La Jornada, comentó que cuando él estaba realizando su investigación sobre el tema de “los cachirules” (últimos años de los 80 y primeros de los 90), Granados Chapa le telefoneó diciéndole que él no se preocupara, que hiciera su deber y que su trabajo no dependería de lo que los demás dijeran. Entendiéndose “los demás” como los políticos y los empresarios, pues como pasa frecuentemente en los medios, cuando se habla mal de sus intereses, se obliga a los dueños de los medios de comunicación que despidan al reportero que publica tal información e inclusive, en algunos casos, se les cierran las puertas en otras empresas informativas.
Granados Chapa fue discípulo de uno de los columnistas más reconocidos de la segunda mitad del siglo XX en México: Manuel Buendía. Don Miguel llegó a la Ciudad de México en el año de 1960 para estudiar derecho y  periodismo simultáneamente. Cuatro años más tarde, inició su carrera periodística en el semanario Crucero, de don Manuel. Momento crucial para él y muy aleccionador para todos los que estudiamos periodismo. Crucero contaba con sólo dos reporteros y ellos tenían que cumplir  todas las órdenes de trabajo que Buendía les mandaba, incluso, con aquellas que no se tenía conocimiento, puesto que la redacción era mínima, no se podía dar espacio para un perfeccionamiento en alguna área. Miguel Ángel contó una anécdota cuando tuvo que hacer un reportaje sobre la tauromaquia. Él ignoraba ese tema, así que tuvo que recurrir a diversos medios para informarse, aprender reglas y características de dichos eventos para poder hacer las entrevistas correspondientes y todo eso en cuestión de horas.
Pasó  por el periódico Excélsior y el semanario Proceso, Granados Chapa quiso probar su habilidad periodística, por lo que el año de 1977 comenzó a escribir la columna Plaza Pública para una publicación llamada Cine Mundial, en la cual defendió la libertad de expresión y el acceso a la información desde sus inicios. Su columna recibió ese nombre debido a que, según sus mismas palabras, “(…) evoca la idea del espacio que todos recorremos (…) la bauticé de ese modo en contravención de las prácticas periodísticas que aspiran a compartir el secreto con los políticos. Aquí no hay secretos, la política es un asunto de todos y en consecuencia tiene que ser abordada por todos en un espacio abierto al que todos tengan acceso”. 
Granados Chapa decía con firmeza y convicción que "nunca escriba o diga algo de una persona que no se le pueda decir en la cara", y él siempre lo sostuvo cuando hablaba sobre algún político. En sus columnas abordó a diferentes personas de la esfera política, de pre-candidatos y candidatos a la presidencia de la República. Como todo buen columnista, Granados Chapa informaba y orientaba a sus lectores a través del análisis crítico y el discurso argumentativo. Él, aparte de ocuparse de la Plaza Pública, ayudaba a otros periodistas que comenzaban a escribir columnas y prólogos para libros de carácter periodístico. El caso más sonado y problemático fue el libro del periodista cultural Alfredo Rivera Flores, Sosa nostra, en el que él escribió el prólogo. En este reportaje se denunciaba la historia de la Universidad de Hidalgo; sin embargo, el precandidato a la gubernatura de Hidalgo sintió que afectaba sus intereses y demandó  a todos los que habían trabajado en la elaboración del libro. No obstante, Granados Chapa luchó en este caso de mano de la abogada Perla Gómez y el fallo fue en favor del grupo editorial.

       Ha pasado un año que el maestro Miguel Ángel Granados Chapa partió de este mundo. Seguramente muchas cosas nos revelaría en estos momentos tan difíciles en la vida nacional; sin embargo, la principal lección que él nos heredó a todos, es no tener miedo a pesar de lo que acontece día tras día. El temor a la situación política, económica y social no nos debe detener, él dijo en su última Plaza pública: “Es deseable que el espíritu impulse a la música y otras artes y ciencias, y otras formas de hacer que renazca la vida, permitan a nuestro país escapar de la pudrición que no es destino inexorable. Sé que es un deseo pueril, ingenuo, pero en él creo, pues he visto que esa mutación se concrete”.






Ponencia realizada el 26 de octubre de 2012 en las instalaciones de la Facultad de Estudios Superiores Aragón en el "Homenaje a Granados Chapa. Análisis y Reflexión sobre la Situación del periodismo en México y los Retos que Enfrenta".