Por Néstor Ramírez
Desde
el primer semestre, los estudiantes que actualmente cursamos el quinto semestre
de la carrera en Comunicación y Periodismo, nos han dicho nuestros
profesores constantemente que el
periodista debe ser lo más imparcial, decir la verdad, no dejarnos intimidar y
muchas otras características más. Sin embargo, en la práctica y en el mundo laboral vemos frecuentemente casos
en los cuales se transgrede la denominada ética periodística, la cual señala,
entre tantas cosas, que el periodista no escribe para sí mismo, sino para su
público.
El
siglo XX se caracterizó por ser un tiempo en el cual los medios de comunicación
apoyaban al gobierno y, por ende, no se atrevían a cuestionar sus acciones. Fue
así como el Estado ofrecía las concesiones, la publicidad, el papel, e
inclusive otorgaba a los periodistas el denominado "chayote". Por
otro lado, el grito de "prensa vendida" se escuchaba entre las calles
y paredes por las que la gente marchaba, mas no todos los periodistas eran así.
El ejemplo más claro de esa rectitud y veracidad que tanto exigía y necesitaba
la sociedad mexicana era Don Miguel A. Granados Chapa.
Lo
que aconteció en el siglo pasado no es exclusivo, hoy en pleno siglo XXI aún existen periodistas y medios de
comunicación que continúan manteniendo y/o creando nuevos lazos con políticos,
como hablar en favor de ellos, de exaltar ciertas acciones que realizan en los
estados de la República Mexicana; pero otros también ocultar la realidad que
padecen lugares del norte, sur y occidente del país. Aún, los medios y
periodistas reciban ciertas "recompensas" como dinero, mujeres,
viajes, automóviles último modelo, etc. Sin embargo, Granados Chapa en ningún
momento de su vida, fuese el siglo XX o XXI, habló en favor de un político ni
ocultó las fechorías de la gente en el poder. Ejemplo de ello se dio en una de
las acusaciones más conocidas realizada contra el ex presidente de México, José
López Portillo, cuando Granados Chapa a través de su columna Plaza Pública que se publicaba en el
periódico Unomasuno, señaló que López
Portillo había recibido un rancho en Tenancingo, Estado de México, por parte de
unos políticos, entre los que se comentaba que figuraba “El profesor” Hank
González. En el remate de esa columna, Miguel Ángel escribió que el presidente,
por los valores que tenía, no iba a aceptar tal regalo. Sus compañeros pensaban
que el gobierno iba a tomar represalias contra él o contra el periódico, puesto
que en aquellos días la figura del presidente tenía mucho poder y era
intocable; no obstante, al día siguiente, comenta en un documental Humberto
Mussacchio, el periódico recibió una carta por parte del mismo presidente en la
cual López Portillo le contestaba a Granados Chapa que sí iba a aceptar esos
terrenos puesto que un ex presidente en México no era nadie y lo único que él
quería era pasar bien sus últimos días en ese lugar.
Además,
el caso más conflictivo sucedió el 23 de enero de 2011 cuando a través de Plaza Pública, Granados Chapa reveló
información acerca de una reunión secreta que habían tenido los dueños del
denominado “duopolio televisivo” en donde se habló sobre la unión Iusacell-Televisa.
Como eso dañaba directamente los intereses y planes que tenían las televisoras,
sin mencionar que eso hubiera desatado un gran problema para los dueños de los
consorcios en Wall Street, ese mismo día Azcárraga y Salinas enviaron cartas al
periódico Reforma en donde
manifestaron que dicha información era falsa y exigían que el periodista se
disculpara. Al día siguiente, don Miguel Ángel escribió que el error fue haber
publicado una exclusiva que le había llegado y que no había indagado la información
que su fuente confidencial y de confianza le había otorgado. Sin embargo, el 7 de abril de 2011, se reveló que sí iba a
haber unión y, a través de un Tweet
de la cuenta @RicardoBSalinas, se escribió la falacia que Granados Chapa había
sido el ideólogo y padrino de la alianza a través de la columna del 23 de
agosto.
La
ética en Granados Chapa es una de las tantas cosas que el maestro del
periodismo ha dejado como herencia a las nuevas generaciones de periodistas. Ya
fuese como subdirector o desde su Plaza Pública,
Granados Chapa nos demostraba esa rectitud, inteligencia, veracidad y
amabilidad que tanto lo definían como
periodista, así como ser humano.
Miguel
Ángel Ramírez, periodista de La Jornada,
comentó que cuando él estaba realizando su investigación sobre el tema de “los
cachirules” (últimos años de los 80 y primeros de los 90), Granados Chapa le
telefoneó diciéndole que él no se preocupara, que hiciera su deber y que su
trabajo no dependería de lo que los demás dijeran. Entendiéndose “los demás”
como los políticos y los empresarios, pues como pasa frecuentemente en los
medios, cuando se habla mal de sus intereses, se obliga a los dueños de los
medios de comunicación que despidan al reportero que publica tal información e
inclusive, en algunos casos, se les cierran las puertas en otras empresas
informativas.
Granados
Chapa fue discípulo de uno de los columnistas más reconocidos de la segunda
mitad del siglo XX en México: Manuel Buendía. Don Miguel llegó a la Ciudad de
México en el año de 1960 para estudiar derecho y periodismo simultáneamente. Cuatro años más
tarde, inició su carrera periodística en el semanario Crucero, de don Manuel. Momento crucial para él y muy aleccionador
para todos los que estudiamos periodismo. Crucero
contaba con sólo dos reporteros y ellos tenían que cumplir todas las órdenes de trabajo que Buendía les
mandaba, incluso, con aquellas que no se tenía conocimiento, puesto que la
redacción era mínima, no se podía dar espacio para un perfeccionamiento en
alguna área. Miguel Ángel contó una anécdota cuando tuvo que hacer un reportaje
sobre la tauromaquia. Él ignoraba ese tema, así que tuvo que recurrir a
diversos medios para informarse, aprender reglas y características de dichos
eventos para poder hacer las entrevistas correspondientes y todo eso en
cuestión de horas.
Pasó
por el periódico Excélsior y el semanario Proceso,
Granados Chapa quiso probar su habilidad periodística, por lo que el año de
1977 comenzó a escribir la columna Plaza
Pública para una publicación llamada Cine
Mundial, en la cual defendió la libertad de expresión y el acceso a la
información desde sus inicios. Su columna recibió ese nombre debido a que,
según sus mismas palabras, “(…) evoca la idea del espacio que todos recorremos
(…) la bauticé de ese modo en contravención de las prácticas periodísticas que
aspiran a compartir el secreto con los políticos. Aquí no hay secretos, la
política es un asunto de todos y en consecuencia tiene que ser abordada por
todos en un espacio abierto al que todos tengan acceso”.
Granados
Chapa decía con firmeza y convicción que "nunca escriba o diga algo de una
persona que no se le pueda decir en la cara", y él siempre lo sostuvo
cuando hablaba sobre algún político. En sus columnas abordó a diferentes personas
de la esfera política, de pre-candidatos y candidatos a la presidencia de la
República. Como todo buen columnista, Granados Chapa informaba y orientaba a
sus lectores a través del análisis crítico y el discurso argumentativo. Él, aparte
de ocuparse de la Plaza Pública,
ayudaba a otros periodistas que comenzaban a escribir columnas y prólogos para
libros de carácter periodístico. El caso más sonado y problemático fue el libro
del periodista cultural Alfredo Rivera Flores, Sosa nostra, en el que él escribió el prólogo. En este reportaje se
denunciaba la historia de la Universidad de Hidalgo; sin embargo, el
precandidato a la gubernatura de Hidalgo sintió que afectaba sus intereses y
demandó a todos los que habían trabajado
en la elaboración del libro. No obstante, Granados Chapa luchó en este caso de
mano de la abogada Perla Gómez y el fallo fue en favor del grupo editorial.
Ha pasado un año que
el maestro Miguel Ángel Granados Chapa partió de este mundo. Seguramente muchas
cosas nos revelaría en estos momentos tan difíciles en la vida nacional; sin
embargo, la principal lección que él nos heredó a todos, es no tener miedo a
pesar de lo que acontece día tras día. El temor a la situación política,
económica y social no nos debe detener, él dijo en su última Plaza pública: “Es
deseable que el espíritu impulse a la música y otras artes y ciencias, y otras
formas de hacer que renazca la vida, permitan a nuestro país escapar de la
pudrición que no es destino inexorable. Sé que es un deseo pueril, ingenuo,
pero en él creo, pues he visto que esa mutación se concrete”.
Ponencia realizada el 26 de octubre de 2012 en las instalaciones de la Facultad de Estudios Superiores Aragón en el "Homenaje a Granados Chapa. Análisis y Reflexión sobre la Situación del periodismo en México y los Retos que Enfrenta".
In this fashion my pal Wesley Virgin's tale starts with this SHOCKING and controversial VIDEO.
ResponderEliminarWesley was in the army-and soon after leaving-he discovered hidden, "MIND CONTROL" secrets that the CIA and others used to get whatever they want.
These are the same secrets tons of celebrities (notably those who "come out of nowhere") and the greatest business people used to become wealthy and successful.
You probably know how you use only 10% of your brain.
Mostly, that's because most of your brain's power is UNCONSCIOUS.
Maybe this thought has even taken place INSIDE OF YOUR very own head... as it did in my good friend Wesley Virgin's head 7 years back, while driving an unlicensed, trash bucket of a vehicle with a suspended driver's license and $3 on his banking card.
"I'm so frustrated with living paycheck to paycheck! When will I become successful?"
You've taken part in those questions, right?
Your success story is waiting to start. You just need to take a leap of faith in YOURSELF.
UNLOCK YOUR SECRET BRAINPOWER