Néstor Ramírez
El periodista Manuel Buendía nos dice que “No hay comunicación sin sociedad. No hay comunicación sin información” y eso es algo completamente cierto; algo que forma parte de nosotros. La información, algo nato del ser humano y que, permite que sea el periodismo el mediador y en quien recaiga una gran responsabilidad para con la sociedad, que permite que sea la piedra angular como nos lo podría decir Max Weber.
Hablar acerca del desarrollo de la comunicación es hablar de la evolución del ser humano; pues ambos van completamente ligados desde el inicio de los tiempos. En los tiempos del Homo-habilis y, posteriormente, del Hombre de Cromagnon y el Homo-Sapiens, los “homos” sabían la necesidad de poderse comunicar a través de diversos códigos, tanto corporales como pictográficos y gestuales.
México no fue la excepción. Desde el tiempo de las culturas prehispánicas, a partir de diversos medios, las personas se comunicaban a partir de la difusión de información de sus avances astronómicos, de salud, así como mandamientos de sus tlatoanis, en quienes recaía todo el poder. Ante esto, notamos el valioso papel que ha jugado desde la antigüedad la información, la cual se ha visto inclinada solo para algunos; la cual en la mayoría de las ocasiones responde a una oligarquía, a ciertas personas que posean poder, ya sea político, económico e, inclusive, religioso.
Las primeras publicaciones más “modernizadas” que se realizaron en nuestro país fueron las denominadas “hojas volante”. Este tipo de publicaciones llegaron a nuestro país durante el periodo denominado “la colonia”; una época llena de injusticia, inestabilidad y grandes divisiones a nivel social a través de la clasificación de castas, precursor directo de las clases sociales. La nación era controlada por la corona Española, desde el año de 1521 hasta 1821, por ello los medios eran completamente manipulados, la información de todos los días era lo que aceptaban los reyes españoles que se difundiera.
Todo este ambiente social y comunicativo provocó la creación y aumento de los voceros, o pregoneros, del pueblo; en quienes recaía la obligación de informar al pueblo acerca de lo que sucedía en los alrededores del latifundio. Todo esto provocaría que muchos años más tarde nacieran los medios de comunicación en nuestro país, ante la necesidad de informar al pueblo. Como señala Raymundo Riva Palacios en su libro “La prensa de los jardines”: “Con conocimiento el lector puede formarse sus propios juicios y buscar soluciones reales a sus problemáticas específicas”.
¿Cómo es que se puede decir que el nacimiento de los mass media se encuentra en este periodo? Los medios de comunicación tienen grandes funciones sociales, las cuales van desde difundir sencillamente la información y favorecer a alguna persona en sus decisiones o su figura hasta levantar en armas a la sociedad. El papel de las gacetas en el siglo XIX se encargó prácticamente de esto, al colocar información comprometedora en sus publicaciones lo cual, años más tarde, le costaría a la corona española el territorio de los Estados Unidos Mexicanos.
Grandes han sido las funciones de los medios a lo largo de la historia de nuestro país ya que, inclusive, han influido notablemente, sino es que totalmente, en el rumbo e imagen de nuestra nación. Cómo poder olvidar el papel que jugaron las publicaciones de “El diario de México” o “El despertador americano”. Estos dos diarios, publicados por grandes símbolos insurgentes, decidieron lo que iba a ser el futuro de la Nueva España , convocaron y difundieron las ideas de levantamiento en gran parte de la población.
Las caricaturas políticas han explotado la libertad de expresión, al menos tanto como pueden, al dar el punto de vista del monero acerca de la situación política-social que se vive en su actualidad. Durante la época de “Reforma”, las caricaturas y los corridos comenzaron un papel muy relevante dentro de la sociedad. En aquél entonces las caricaturas de “La orquesta, “El padre Cobos” y “la tarántula” jugaron un papel mediático bastante impresionante. En la actualidad “El fisgón”, “Hernández” y “Magú” representan esas fuerzas de oposición y crítica a partir del humor.
La prensa escrita, desde sus inicios, ha representado una gran fuerza al servicio del estado. El ejemplo más claro es el del periódico El Nacional, creado por don Porfirio Díaz, que estuvo a merced de su creador y, en los años posteriores, de los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del gobernante en curso. Como Paul Lazarsfeld y King Merton comentaron en sus respectivas tesis, los medios de comunicación han servido para otorgar status y narcotizar a la audiencia. La prensa no se salva de esto pues los gobiernos han tenido que comprar información, censurar a los medios. El Universal, Excelsior, Uno mas uno y Ovaciones fueron víctimas de todo esto, del denominado chayote que era el pago por el cual la gente con poder otorgaba dinero a los periodistas por inventar una noticia o eliminar cierta información. ¿Esto ha cambiado? Realmente no. Inclusive hoy en día Milenio, Reforma e inclusive, aunque en menor cantidad, La Jornada han sufrido los despiadados ataques del chayote y la censura.
¿Qué hay con la radio? Lanzada la primera transmisión en nuestro país en septiembre de 1921 por Constantito de Tárnaba (en Monterrey) y los hermanos Gómez Fernández (en el Distrito Federal) se inició una batalla más en los medios de comunicación: la radio cultural contra la comercial. En manos de la “gran familia” Azcárraga fue aquí donde comenzó el poder de la que años después, en el año de 1951, sería el “fabuloso e inigualable” grupo Televisa. La radio tuvo una gran crisis desde sus inicios: el radio-escucha y la variedad en programas. Ante la poca variedad de programas, ideas, protocolos y música (la cual prácticamente era la elegida por Raúl Velasco) los escuchas buscaron otras alternativas hasta encontrar las radios juveniles, donde se difundía música para y por jóvenes.
¿Qué ha pasado con la televisión en México? El “opio de la sociedad” y el “perro faldero” del gobierno para todos los radicales; sin embargo, solamente son grupo Televisa y Televisión Azteca, dos familias que conforman el duopolio de la televisión abierta en nuestro país. Grupo Televisa fue fundado en el año de 1953 por Emilio Azcárraga Vidaurreta. En esta televisora se promovió el entretenimiento, el cual logró su punto máximo con Raúl Velasco y su programa “Siempre en domingo”. En dicho programa, Raúl solía presentar a diversas personas que desearan cantar y propulsaba su carrera. Estrellas que recibieron su “patadita de la suerte” fueron Christian Castro, Alejandro Fernández, Thalia y demás “celebridades” del espectáculo. También crearon programas infantiles para poder obtener al público más complicado y más valioso: los niños. Programas como “En familia con Chabelo” han sido emblemáticos de la empresa para atraer a los niños de la república debido al alcance a nivel nacional y el poder que siempre ha tenido Televisa; el cual ha aumentado después de la afamada y provocativa “ley Televisa”. En el año de 1993, tras las privatizaciones realizadas por el ex presidente de México Carlos Salinas de Gortari, nació TV Azteca en los canales 7 y 13 bajo el mando de Ricardo Salinas Pliego quien, hasta antes de la privatización, era conocido como “el señor de los muebles”. En un principio Azteca quería hacer algo innovador… pero cayó ante las tentaciones de los “dinosaurios” y tomó el mismo formato que Televisa… completamente el mismo que, inclusive hasta nuestros días, siguen copiándose los programas mutuamente. Después, en 2006, Salinas se apropió de las instalaciones del canal 40 que son pertenencia de Javier Moreno Valle y proyectaban a José Ramón Fernández y el programa DeporTV (un programa de crítica deportiva que tuvo una gran aceptación de los mexicanos), quien resulto encarcelado por todas las “irregularidades”.
A pesar de todo este contexto nacional el cine en determinados momentos dio un gran golpe en la transmisión de la información. Llegó a México durante el porfirismo y era de uso exclusivo del presidente de la república (como es visible en las grabaciones de la inauguración de monumentos y paseos en caballo). Durante la revolución mexicana sirvió como testigo de todos los conflictos en los que participaron Doroteo Arango, Francisco I. Madero y demás revolucionarios que tenían a un cineasta y su equipo en su escuadrón. De 1936 a 1957 se dio el fenómeno denominado “época de cine de oro del cine mexicano” en la cual se presentaron películas de todo tipo y que, a través de actores como Pedro Infante, Jorge Negrete, Dolores del Río y María feliz, demostraban completamente todo lo sucedido en la vida cotidiana. Sin embargo, a partir de los años 60’s todo se iría derrumbando; el cine mexicano produciría películas musicales como “La chica de la mochila azul” las cuales fueron disminuyendo las ventas en taquilla. El nuevo milenio abordó temáticas de actualidad social. Salieron a la luz películas como “Amores perros”, “Amarte duele”, “Cansada de besar sapos”, “Matando Cabos”, “El infierno” y “Presunto Culpable”. Esto demostraba la decadencia en que se encuentra nuestro país y la censura que se vive constantemente a pesar de la libertad de expresión e imprenta, provocando la desinformación de las personas y… el sometimiento a las versiones oficiales otorgadas por el “santo” Estado.
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