Por Néstor Ramírez, Fernando Martínez Montiel e Isis Reyes Carbajal
Capítulo II: La Virgen de los Remedios, cúspide de una pirámide
Capítulo II: La Virgen de los Remedios, cúspide de una pirámide
México se caracteriza por ser madre de muchas y variadas leyendas, y Cholula no podía ser la excepción dentro de este engranaje cultural milenario. Dentro de este pueblo, se encierra una leyenda que da origen a lo que hoy conocemos como “La gran pirámide de Cholula”. La construcción del Tlachihualtépetl (cerro hecho de tierra) se le imputó al gigante Xelhua, quien vivió en la “época del diluvio universal”.
Xelhua tuvo que sobrevivir a esta
catástrofe y, para eso, tuvo que refugiarse en las grutas de la montaña de
Tláloc (Dios de la lluvia). Una vez estando ahí, se traslado al Valle de
Cholula, donde empezó con su gran construcción, aplicando grandes cantidades de
adobe; cosa que en nuestros días podemos seguir observando, ya que pareciera
que el cerro donde se encuentra ubicada la Gran Pirámide, fuese natural hecho
de millones de adobes.
En el libro "Tradición y Cultura" de Rodolfo Herrera Charolet, se relata lo siguiente:
"...
En la época del diluvio moraban sobre la tierra los gigantes, muchos perecieron
sumergidos en las aguas, algunos quedaron convertidos en peces y solo siete
hermanos se salvaron en las grutas de la montaña Tlalocan... Xelhua el gigante
fue al sitio que después se llamó Cholollan y con grandes adobes fabricados en
Tlalmanalco, sitio muy distante, y conducidos de mano en mano por una fila de
hombres tendida entre ambos puntos comenzó a construir la pirámide en memoria
de la montaña en donde fue salvado. Irritado Tonacatecutli padre de todos los
Dioses que la obra amenazaba con llegar a las nubes lanzó el fuego celeste y
con una gran piedra en forma de sapo mató a muchos de los constructores
dispersándose los demás, y no pasó adelante la construcción..."
Dándose así, un relato que
explica el origen de la Gran Pirámide convertida en cerro. Cabe mencionar, que
esta pirámide es considerada la más grande, en cuanto base, del mundo.
El primer poblado que se asentó
en Cholula fue alrededor de los años 800 a 200 a.C., pero el centro ceremonial
más antiguo data de los años 200 a 100 a.C.; la ciudad fue habitada por grupos
olmeca-xicalancas. De ahí se desprendieron dos jefes que gobernaban: el
Tlachiyach Tizacozque – señor de los Olmecas relacionado con la tierra – y;
Aquiyach Amapane – señor de los xicalancas relacionado con el agua –, éste
último vivía en la Gran Pirámide. Fue hasta el año 1168 d.C. cuando grupos de
toltecas-chichimecas procedentes de Tula, Hidalgo, se establecieron en Cholula,
motivo por el cual la ciudad recibió el nombre de
Tollan-Cholollan-Tlachihualtepetl que significa “La gran ciudad de los que huyeron a donde está el cerro artificial”.
Al llegar la conquista, los
franciscanos buscaron la manera de cambiar las ideas religiosas de los
habitantes de Cholula y de todo el Nuevo Mundo. Esta única y eficaz manera que
hallaron fue la “sustitución” de los dioses prehispánicos con el dios, las
vírgenes y los santos católicos; aunque el Padre Miguel, quien es uno de los
sacerdotes del Convento de Cholula,
opina que “nunca hubo una sustitución en sí, sino más bien una
“Cristianización”, o lo que es lo mismo: Inculturalización” (sic).
En el actual cerro falso de
Cholula – la gran pirámide – se adora y venera a la Virgen de los Remedios,
sustitución de Tláloc, dios que se adoraba junto con Quetzalcóatl, antes de la
llegada de la Virgen a Cholula. Ésta Virgen española surge de un mito que data
del siglo VIII, donde los involucrados son la nobleza visigoda de Toledo y los
guerreros mercenarios de Hernán Cortés.
En el año 700 d.C. la nieta del
entonces rey Chindavisto, llamada Doña Luz, era conocida por ser una hermosa
mujer, la cual era objeto de una obstinada persecución amorosa por parte del
rey Witiza, monarca en turno de la Imperial Toledo. Al sentir este acoso, Doña Luz, se casó en
secreto con Don Favila, duque de Cantabria; de quien también tuvo un hijo
secretamente, el cual más tarde sería don Pelayo, Libertador de España.
Antes de que el ya receloso
monarca lograra descubrir la prueba del "pecado", doña Luz hizo sacar
cautelosamente del castillo al niño acompañado por una pequeña Virgen María. El
infante fue acomodado en un arca que una camarera de doña Luz depositó sobre
las aguas del río Tajo, allá en Toledo. Después de un recorrido de casi 40
leguas – según leyenda –,el arca, sobre el mismo río Tajo, fue vista y
descollada en un sitio aledaño a la Villa de Alcántara, por el noble don
Garfres, quien ahí se hallaba ejercitándose en la cacería.
Aquel caballero descubrió
también, al lado del infante, unas joyas y una casa del origen noble del niño,
sin dar ninguna noticia de quiénes eran sus progenitores. Don Garfres condujó y
adoptó en su castillo al niño; mientras que a la Virgen la entregó a la iglesia
de Santiago – ya desaparecida –, de la
Villa de Alcántara. Casi ocho siglos después, el cura de aquella iglesia
entregó la Virgen a un soldado que habría de partir a la guerra de Italia.
Cuando este soldado regresó de su
aventura, a su villa natal, y supo que su hermano Juan Rodríguez de Villafuerte
se enlistaría entre los hombres de Cortés para venir a "la conquista de
las Indias", al Nuevo Mundo, le aconsejó a éste traer consigo aquella
Virgen, diciéndole que a él le había no solamente dado fortuna, sino también la
había remediado sus heridas. De ahí, el nombre de Virgen de los Remedios.
El santuario que actualmente
conocemos y que está dedicado a la Virgen de los Remedios se comenzó en el año
1594. El templo presenta en su portada un arco sencillo, tiene dos torres
idénticas y en su interior cuenta con un vistoso altar de estilo neoclásico al
igual que el resto de la decoración. La zona está constituida por importantes
reliquias de la época prehispánica y un Museo de Sitio inaugurado en 1971.
Siendo actualmente éste el basamento colonial más importante en Cholula que aún
el basamento prehispánico que es la Gran Pirámide.
No cabe duda alguna que el
esplendor en ese entonces de dicha Pirámide era glorioso, sin embargo en la actualidad
sólo podemos presenciar una mínima parte de lo que antes era La Gran Pirámide.
El Tesorero y Director de la Asociación ProCholula, Fabián Jiménez, es uno de
los que han estado luchando para que se le trate con más respeto y, de esta
forma, se pueda rescatar algo de lo que no podemos observar en su interior. En
una entrevista que se sostuvo con el Lic. Jiménez, se rescató que en los
últimos gobiernos municipales en Cholula, se han tenido grandes deficiencias en
el cuidado y mantenimiento de lo que hay debajo del “cerro falso”, dándole más
importancia al templo de la Virgen de los Remedios que se encuentra en la
cumbre de éste.
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